Vive la Guerra Civil Galáctica como nunca antes la has vivido. En Rebelión, controlarás por completo al Imperio Galáctico o a la incipiente Alianza Rebelde. Darás órdenes a naves espaciales, moverás tropas, y reclamarás sistemas para tu causa. Con más de 150 miniaturas de plástico y dos tableros de juego representando los treinta y dos sistemas más importantes de la galaxia, Rebelión es tan grande como el universo de Star Wars merece ser.
Star Wars: Rebellion también te proporciona una intensa vivencia, totalmente cinematográfica y heroica. Tus fuerzas están comandadas por héroes o villanos icónicos. Incluyendo personajes como Leia Organa, Mon Mothma, el Gran Moff Tarkin, y el Emperador Palpatine, estos líderes y sus talentos individuales afectan todo lo que hagas en la partida. A medida que la guerra civil se extiende por toda la galaxia, estos líderes se destacarán por lo importantes que son para tus maniobras, y las misiones secretas que intentarán cumplir evocarán muchos de los momentos más inspiradores de la trilogía clásica.
¡Podrás enviar a Luke Skywalker para recibir entrenamiento Jedi en Dagobah o dirigir a Darth Vader mientras prepara una trampa para convertir a Han Solo en carbonita!
En última instancia, tus partidas afectarán varios sistemas estelares. Muchos cazas se destruirán. Muchos soldados perderán la vida. Los planetas se unirán a la Rebelión antes de ser invadidos y subyugados por el Imperio. Los oficiales imperiales podrán capturar espías rebeldes e interrogarlos para obtener valiosa información. Un piloto podrá acertar con un disparo de uno entre un millón en el punto débil de la Estrella de la Muerte y destruirla. En Rebelión, tú y tus amigos decidís el destino final de la galaxia. ¿Permanecerá la galaxia bajo un gobierno tiránico o unos pocos elegidos lograrán liberarla?
Rebelión incluye una gran cantidad de contenido relacionado con la clásica trilogía de Star Wars en un conjunto de reglas relativamente compactas. Cada ronda de juego abarca sólo tres fases, sin embargo en cada una de estas fases vivirás enormes batallas espaciales, intentos de espionaje a la desesperada, entrenamientos Jedi, maniobras políticas, e incluso la posibilidad de atraer importantes héroes rebeldes al lado oscuro de la Fuerza.
Uno de los métodos más importantes que Rebelión utiliza para evocar la trilogía original es a través de su asimetría. El Imperio Galáctico y la Alianza Rebelde son fuerzas muy dispares, y cada uno de estos bandos se juega con diferentes estilos de juego y con condiciones de victoria muy distintas.
Como jugador Imperial, podrás comandar legiones de Soldados de asalto, enjambres de cazas TIE, Destructores Estelares, e incluso a la Estrella de la Muerte. Gobernarás con terror la galaxia, confiarás en la potencia de tu enorme poder militar para hacer cumplir tu voluntad. Para ganar la partida, necesitarás apagar la llama de la Rebelión buscando su base para luego arrasar con ella. Por el camino, podrás someter planetas o incluso destruirlos.
Como jugador Rebelde, podrás comandar docenas de soldados, aerodeslizadores T-47, corbetas Corellianas y escuadrones de caza. Sin embargo, estas fuerzas no son rival para el ejército imperial. En términos de fuerza bruta, te encontrarás superado desde el primer momento de la partida, por lo que necesitarás reunir planetas para tu causa y ejecutar precisos ataques militares dirigidos a sabotear construcciones Imperiales y a robar información crítica. Para ganar la Guerra Civil Galáctica, es necesario llevar a tu bando a los ciudadanos de la galaxia. Si sobrevives el tiempo suficiente para fortalecer tu reputación, lograrás inspirar a la galaxia hacia una revuelta a gran escala y, por tanto, ganar la partida.
La asimetría y la distintiva sensación del estilo de juego de cada facción se extiende más allá de las diferencias ya comentadas, por ejemplo, con la propia naturaleza de las misiones que se pueden llevar a cabo, con los proyectos que el jugador Imperial puede iniciar, y con los objetivos militares de la Alianza Rebelde. Como jugador Rebelde, es posible enviar a tus líderes a Establecer relaciones comerciales o a Incitar a la rebelión, pero como jugador Imperial es más probable que quieras mantener firmes a los sistemas locales con una Muestra de poder. Por supuesto, es posible que simplemente quieras reforzar la seguridad con el fin de capturar a los líderes rebeldes y luego utilizarlos para tender tus propias trampas, tales como el uso de una Baliza rastreadora.
Siendo jugador Imperial tendrás incluso la oportunidad de eliminar planetas enteros con tu Estrella de la Muerte. Pero si lo haces, la Alianza podrá inspirar más simpatía entre los que teman vivir un destino similar.
El resultado es que, aun cuando tus misiones, proyectos y objetivos ayuden a cambiar el equilibrio de poder, también te ayudan a sentir más profundamente la mentalidad de las fuerzas que tienes al mando, así como disfrutar con la temática y los conflictos de la trilogía más grande de Star Wars.
Aunque la mecánica de Rebelión se ve propiciada a menudo gracias a las acciones de los personajes icónicos que sirven como líderes, ciertamente no son los únicos personajes que intervienen. En realidad, tus partidas están destinadas a afectar la vida de miles de millones de personas repartidas por toda la galaxia. Después de todo, es el destino de la galaxia lo que está en juego en Rebelión, y esa galaxia tiene una presencia muy real en tu mesa.
Rebelión se juega en dos tableros que se colocan uno al lado del otro para formar una superficie de juego con treinta y dos sistemas divididos en ocho regiones. En tus partidas, las batallas se suceden sobre estos sistemas con naves capitales, cazas, tropas, deslizadores, y andadores. Tratarás de ganar gente para tu causa, y si lo logras, compartirán sus recursos contigo, lo que te permitirá reclutar más tropas y construir más vehículos y naves espaciales.
En este caso, los dos tableros de Rebelión se muestran uno al lado del otro, formando la galaxia. Si miramos más de cerca a Mon Calamari veremos el espacio hexagonal en el que, o bien el jugador Rebelde o bien el jugador Imperial, podrían colocar un marcador de lealtad, así como sus dos iconos de recursos y el "3" en el círculo verde a su izquierda, indicando el lugar del medidor de construcción en el que se pondrán las naves que construyas.
En consecuencia, mientras Rebelión es, en muchos sentidos, un juego sobre los importantes cambios que un puñado de individuos pueden realizar, también es un juego de conquista, de dominio y logística. Como jugador Rebelde, puedes esperar comandar un pequeño ejército, pero no podrás permitirte el lujo de caer en los aspectos económicos de la guerra mientras el Imperio asegura la lealtad de regiones enteras y acelera su producción de Destructores Estelares y andadores AT- AT.
Las lealtades de los distintos sistemas son clave para tu capacidad de mantener una fuerza militar viable si estás al mando de la Alianza Rebelde o del Imperio Galáctico. Aunque, si bien es cierto, como jugador Imperial comienzas con una imponente ventaja militar con la que los Rebeldes se encontrarán en verdaderos apuros. Aún así, la mayor parte de los treinta y dos sistemas de la galaxia pueden generar recursos, y si la Alianza puede ganar la lealtad de alguno de ellos, entonces podrá ser capaz de generar lentamente una flota y un ejército con los cuales mantener el aplomo frente a la Armada Imperial.
Por esta razón, el jugador Imperial deberá actuar rápidamente para tratar de apagar las chispas de la rebelión en todos los sistemas dentro del alcance de su flota. Con este fin, el tablero de juego hace más que indicar la lealtad de los sistemas, también sirve como un mapa de las distintas hiper-rutas por las que tu flota podría viajar. Las fronteras estrechas indican los espacios existentes entre los sistemas adyacentes, mientras que las más gruesas, de bordes anaranjados, mantienen a esos sistemas agrupados dentro de una misma región. Las zonas rojas existentes entre algunos sistemas indican que no es posible el viaje espacial entre ellos.
Aquí, el jugador Imperial utiliza una acción para activar el sistema de Corellia con el Gran Moff Tarkin, que intentará contrarrestar la creciente presencia rebelde. Cuando se activa el sistema, el Gran Moff Tarkin permite al Imperio mover cualesquiera de sus fuerzas de un sistema adyacente. En este caso, Tarkin puede llamar a las fuerzas de Sullust, pero no a las de Bespin, debido a que la zona roja entre Bespin y Corellia indica que no hay ruta hiperespacial directa entre esos dos sistemas.
A lo largo de tus partidas de Rebelión moverás tus fuerzas de un sistema a otro. El jugador Rebelde podría correr el riesgo, de vez en cuando, de enviar alguna que otra nave acompañada de escuadrones para orquestar ataques militares clave. El jugador Imperial, sin embargo, deberá expandirse por la galaxia para tener éxito en su empresa. Cuantos más sistemas explore y subyugue, más cerca estará de encontrar la ubicación de la base Rebelde oculta, y en algún momento, su movimiento interceptará en plena acción a la flota Rebelde…
Las batallas son inevitables. La Alianza Rebelde no puede ocultarse para siempre. En algún momento, tendrá que ganar en una acción militar con el fin de reunir a los ciudadanos de la galaxia, o de lo contrario las fuerzas Imperiales encontrarán su base y la rodearán antes de comenzar a bombardearla. Siempre que las fuerzas Imperiales y las fuerzas Rebeldes estén ocupando el mismo sistema, tendrán que luchar, y aunque rara vez esas batallas decidan la guerra, siempre tendrán un impacto tremendo.
Las fuerzas militares en Rebelión están representadas por más de 150 miniaturas de plástico detalladas, incluyendo Tropas de asalto, soldados rebeldes, Alas-X, Alas-Y, cazas TIE, andadores AT-AT, Destructores Estelares, y más. Hay incluso una Estrella de la Muerte y una Estrella de la Muerte parcialmente construida para que la puedas poner en el mapa e iniciar la construcción de un segundo terror tecnológico. Todas estas fuerzas tienen sus estadísticas de combate - dados de ataque y puntos de vida - figurando claramente en su respectiva hoja de facción.
Durante el combate, estas fuerzas se enfrentan a través de varios pasos utilizando dados personalizados para resolver sus ataques. Si ambos jugadores tienen naves espaciales en un sistema, se realizará una batalla espacial antes de pasar a una batalla terrestre. En ambos casos, cualquier líder que tengas en el sistema te puede permitir robar cartas de táctica, que se utilizarán para realizar más daño, para bloquear daño, o sorprender a tu oponente con otras maniobras.
Después de haber luchado tanto las batallas espaciales como las terrestres, los jugadores tendrán la oportunidad de retirarse, siempre que tengas un líder en el sistema que pueda coordinar el esfuerzo. Sin embargo, si ninguna de las partes se retira, el enfrentamiento continúa con más batallas espaciales y terrestres hasta que un bando haya eliminado las fuerzas de su oponente.
Inmediatamente después de que el Gran Moff Tarkin lleve las fuerzas de Sullust a Corellia, sus fuerzas se deberán enfrentar a las fuerzas rebeldes dentro de ese sistema estelar. Tarkin permite que el jugador Imperial robe dos cartas de táctica, tal y como se indica en su casilla azul de táctica con el valor "2". Después, el jugador Imperial reúne su reserva de dados de ataque para sus naves. Los Destructores Estelares proporcionan dos dados rojos y uno negro, y los cazas TIE dan un dado negro cada uno para un total de dos dados rojos y tres dados negros. Después de que el jugador Imperial resuelva su ataque, el jugador Rebelde tira sus dados de ataque, todas las naves destruidas durante la batalla serán eliminadas, luego los jugadores pasarán a resolver la batalla terrestre.
Estos combates pueden tener consecuencias futuras. Para empezar, cada vez que el Imperio Galáctico sea capaz de arrebatar un planeta a la Alianza, puede someter ese sistema, con lo que sus residentes no podrán permitirse el lujo de mostrar su lealtad a los Rebeldes. Incluso si ese sistema es leal a los Rebeldes, no les podrá dar sus recursos, sino que se los deberá proporcionar al Imperio Galáctico.
Mientras tanto, la Alianza Rebelde también se puede beneficiar mucho al iniciar batallas elegidas estratégicamente. Además de los evidentes beneficios que se derivan de la reducción de las fuerzas disponibles para el Imperio, los rebeldes pueden librar batallas para lograr una serie de objetivos diferentes, cada uno de los cuales le puede hacer ganar más lealtad en la galaxia. Ni siquiera necesitas ganar todas tus batallas para lograr tus objetivos Rebeldes. Algunos objetivos simplemente requieren destruir una unidad imperial específica o bien a un determinado número de unidades imperiales, y muchos otros te recompensan por ganar una batalla, ya sea espacial o terrestre, y mantener una unidad Rebelde en el sistema, incluso si ese sistema se mantiene leal al Imperio.
Al final, el combate en Rebelión sirve en última instancia para reforzar la asimetría del juego, su temática y los personajes de sus facciones. Como jugador Rebelde, no podrás conquistar la galaxia por la fuerza, deberás elegir cuidadosamente tus acciones militares y ejecutarlas en el momento óptimo para maximizar su impacto. Pero como jugador Imperial, sin embargo, tu poderío militar es un activo importante, uno que deberás utilizar tan a menudo como sea posible.
Desde los enormes edificios de Coruscant hasta los lejanos límites del Borde Exterior, Star Wars: Rebelión te proporciona la oportunidad de recrear los conflictos de la Guerra Civil Galáctica sin parangón en su importancia y grandiosidad cinematográfica. Rico en personalidad, repleto de estrategia, Rebelión es un enorme juego épico, uno que captura plenamente el espíritu de la trilogía clásica de Star Wars.
¡No te pierdas la oportunidad de decidir el destino de la galaxia cuando llegue Star Wars: Rebelión!
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